Todo cambia

La vida nos regala muchas cosas pero nada es seguro, sólo la muerte.  Los cambios llegan todo el tiempo y si queremos o no debemos aceptarlos como parte de la vida.  Nacemos para un propósito, crecemos con otro y terminamos todalmente diferentes. 

El tiempo pasa, todo cambia, nada es contaste, el ciclo se repite, la vida sigue, el tiempo no para, las personas van y vienen.  El reloj da vueltas de una manera y nosotros vivimos de otra; estamos aquí hoy pero mañana no sabemos.

Bailamos el ritmo de la vida individual, pensamos diferente, no somos iguales pero al mismo tiempo tenemos algo de igual, carecemos, padecemos y tenemos y aún así deseamos lo que no podemos.  Tan sencillo como eso, todo cambia, nada es igual.

Los cambios son parte de la vida y debemos aceptarlo, muchos para bien otros no pero nos llevan siempre al lugar en donde debemos estar.

Mi casi enemiga-amiga envidia

El ser humano es un ser complejo, imperfecto pero al mismo tiempo tan perfecto y una creación hermosa, llena de curiosidades, conocimientos, y miles de sentimientos.  Uno de ellos lo conocemos como una enemiga-amiga, la envidia.  La envidia se define como aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. 

Muchas veces llega sin llamarla pero por más que intentemos de salir de ella, se presenta de todas formas.  Es muy raro ver personas que no hayan sentido esto en algún momento de sus vidas porque es al igual de extraño que este conforme con sus vidas ya que el ser humano busca cada vez más y más.

Podemos sentir envidia por cosas materiales o por cosas que no son materiales, ya que pensamos que otras personas tienen mejor suerte que nosotros porque lo vemos desde el aspecto de nuestras carencias.  Muchas veces no vemos si en realidad es algo que nos hace falta o que es primordial para nuestras vidas; tampoco analizamos si tenemos los mismos beneficios de la persona o de que manera logró esa meta.

He sido victima de este sentir al igual que muchos pero lo importante es no hacer nada en contra de la persona y lograr nuestras metas por méritos propios y con propósitos correctos y no para hacer competencias porque si no olvidarás de algo muy importante: vivir tu vida.