Zona Jule

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miércoles, 23 de abril de 2014

Mi vida...como escritora

Me levanto todos los días como de costumbre con mi rutina habitual.  Voy y me preparo para comenzar la rutina y veo como la vida corre.  Pasan las horas y muchas veces como segundos y vuela el tiempo en ello.

Mientras trabajo como de costumbre llegan palabras, ideas, pensamientos; que tienen que llegar al papel antes de perderse en el espacio sideral.  La inspiración llega cuando le da la gana y cuando menos te esperas.  Por eso mi atracción hacia papeles, libretas, notitas, sticky notes, aplicaciones de escrituras son de mayor atracción para mí, me ayudan a expresarme.

Invierto tiempo y paciencia en ideas, energías en palabras, me pongo creativa y  todo para hacer que lo imaginado salga a la luz.  Mientras que el dibujante dibuja, el músico toca, compone o canta, yo como escritora escribo.

Juego con el tiempo para organizar mis ideas (hasta tienen lugar en mi agenda), busco que las palabras sean apropiadas, que pueda expresar mi pensar y que el mensaje pueda llegar.  Asocio palabras con imágenes y pensamientos, plasmarlos y exponerlos es mí misión.

Lleno libretas, papeles con mis pensamientos y palabras; todo por expresar mí creatividad.  Muchos no entienden el porqué de ello pero soy así y así vive el escritor; constantemente escribiendo de la nada. Son muchos los pensamientos escritos pero son pocos los plasmados.

El tiempo pasa, mí madurez aumenta al igual que las experiencias de la vida, mientras mi imaginación, y mi creatividad sigan vivas; mis palabras escribiré.







domingo, 20 de abril de 2014

Aparentar

Aparentar es más difícil de lo que parece, vivir a base de mentiras, buscarle siempre algo para que todo se vea bien.  Es como vivir una obra combinado con una telenovela y una película en donde piensas que tienes el control del guión.  Tal vez te resulte fácil al principio porque es una situación en la cual dominas por completo pero luego vez que al pasar del tiempo, la vida comienza con su jugada.

Vivimos en un mundo donde la gente vive del materialismo y del que dirán, en vez de preocuparse de vivir sus vidas y ayudar al prójimo.  Porque claro, es más importante que estes en boca de las personas como lo mejor y lo más envidiable que ser parte de la chuzma.

Creo que es algo muy difícil encontrar personas que tienen vidas genuinas, porque son demasiado de pocas. Las personas se ocupan más de decorar su vida para que tenga una apariencia bonita, en vez de enfrentar las verdades. Una decoración que al final de cuentas explota cuando menos te lo esperas.

Y para qué deseas vivir aparentando, si siempre tienes que tener en mente tu próximo movimiento, en vez de dejar que las cosas flujan con la corriente.  Tener que siempre estar pendiente que todo ande "perfecto". 

Mejor ocúpate de vivir tu vida y olvidar de las apariencias, todos somos imperfectos y eso es lo que nos hace más humanos.  Aprendamos las lecciones y las apliquemos a nuestro modo pero lo más importante es que dejemos las apariencias y seamos quienes debemos ser; nosotros mismos.



lunes, 14 de abril de 2014

Quiero ser niña...otra vez

Despertar, mirar a mi alrededor y preocuparme solamente por divertirme y jugar, extraño tanto eso, mi niñez. Ver caricaturas hasta que se acabaran en pijamas y luego buscar en ocuparme, que días aquellos.  Cantarnos todas las canciones de los programas y de los comerciales y si no te las aprendías, no estabas en nada.

Poner mi imaginación a toda potencia todo el tiempo, buscando como jugar con todo a mi alrededor.  Sacándole mi mundo de fantasia a la vida que vivo.  Vivir ilusionada con Santa Clause y los Reyes Magos durante la Navidad; creer en la magia en el primer instante sin buscarle la lógica a nada.

Ver como me llenaba de juguetes en vez de responsabilidades y accesorios; los juegos de mesa y los libros de colorear eran perfectos para matar una tarde aburrida y era una excusa fácil para socializar o simplemente para disfrutar el rato.  Vaya como cambia todo con el pasar del tiempo. Encariñarme con algún peluche o muñeca y que se convierta en parte de mi vida por el simple hecho de tener a alguien que me entienda.

Quedar encantada con lo primero que vea y que la curiosidad me crezca por saber como funciona.  Que mi hobby principal era tener muchos amigos con quienes jugar aunque siempre me quedaba con mismo bonche. Ver la escuela como el lugar ideal para ello.

Pelearse por ser el primero y el mejor en algo sin hacer daño. Estar enseñando todo porque simplemente es más lindo que lo que tienen los demás. Todo lleno de colores y los muñequitos que nos encantaban.

Embarrarnos de tempera, de tierra, comida o de cualquier cosa sin que nos criticaran o nos dijeran torpes. Ver mis dibujos como obras de arte. Emocionarme al ver un columpio o chorrera e ir corriendo para jugar aunque tuviera un traje puesto. Terminar una fiesta totalmente distinta a como llegué pues teniendo la ropa estrujada y los accesorios todos virados con el pelo hecho un desorden. ¡Que tiempos aquellos!

Extraño la simplicidad de muchas cosas, lo hermoso que puede ser cada detalle, el estar horas y horas mirando al cielo y buscando figuras con las nubes que pasaban.  Extraño estar horas y horas jugando sin importarme cuanto tiempo estaba usando.

Vestirme con la ropa de mis padres o usar algún disfraz para adentrarme a un personaje por el simple hecho de sentirme en el rol cuando jugaba.  Usar los maquillajes y los accesorios de mi madre para sentirme "grande" pero al mismo tiempo siendo niña.

Sacarle juego a cualquier cosa, buscar un vaso llenarlo de liquido de fregar, buscar un sorbeto y utilizarlo para soplar bombas, y lo mejor si lo hacias con alguien más siempre buscabamos quien soplará la bomba más grande.  Buscar bombas de cumpleaños, llenarlas de agua y tirarlas para mojarnos y refrescarnos de las calores; y si llovía jugar en ella hasta que nos persiguieran nuestros padres porque "si nos mojabamos nos ibamos a enfermar".

Ver cada salida como un viaje e imaginarnos que el vehículo era un cohete o un avión. Y si saliamos acompañados de alguien de nuestra edad pues el viaje era mucho más divertido. Me acuerdo que ir a la playa era entre estar metidos en el agua y jugar en la arena, ir al cine era mágico, ir a hacer gestiones era malisimo e ir al dentista o a algún medico era algo traumante. Y si viajabas a otro país era como viajar por la galaxia.
 
Tener novios era algo realmente raro y los nenes eran algo que nos daba asquito.  El grupo de amigos era nenas con nenas y nenes con nenes para cuadrar alguna fórmula aunque era divertido mezclarnos para hacer la cosa más interesante.

Soñar con crecer y poder hacer "las cosas que hacen los adultos", pintarnos el pelo, usar maquillaje, tener dinero, usar tacas altas, ropa exótica y lo mejor, usar una cartera bonita.  Los nenes lo veian cool pero querian ser grandes para tener un carro de verdad, barba y ser "hombrecitos".

Nunca supe lo díficil que iba a ser la vida del adulto, no niego que tiene muchas cosas buenas pero aún así extraño y quiero ser niña otra vez.  Uno no aprecia la niñez y tanto que podemos aprender de ella.  Creo que debemos siempre pensar y mantener nuestras energías como los niños, pero con la madurez y experiencia de la adultez para así buscar la manera de mantener el sentido de la vida en nosotros.

Los niños no saben lo que tienen que es tan preciado y que esa etapa nunca volverá a sus vidas. Hoy día muchos ni saben lo que es la niñez pues pretenden brincar etapas y ser pequeños adultos sin saber que esa etapa es la más dura y prolongada que existe. Uno es niño una vez en la vida y luego de eso no hay vuelta atrás, quizás lo revivamos en algo el día en que uno se vuelve padre pero nunca es igual.


miércoles, 2 de abril de 2014

La espera, el tiempo y mi paciencia...

Todo tiene su propósito, su momento, todo ya está escrito y nos toca descubrirlo con las experiencias por vivir.  No se puede predecir el futuro, ni adelantarlo por más que avancemos hacia ello. 

La espera de que algo ocurra, no tiene tiempo definido y si lo tiene, la agonia o la ansiedad se apoderan de nosotros y no nos ayudan para nada.  El tiempo se nos vuelve amigo o enemigo, cuando en realidad es el peor traidor de todos.  Si tengo que esperar, lo haré pero sabras que quiero conocer el tiempo que le dedicaré a ello.

El tiempo: amigo, enemigo, refugio, aliado, traidor, quién siempre es lo mismo y en realidad no lo es.  Haces lo que quieres, con quien quieres y cuando quieres.  Eres lo más preciado y perderte es algo imposible de reemplazar.

Mi paciencia, todo depende de lo que esté ocurriendo conmigo.  Muchas veces estás abundante y calmada mientras que ocasiones estas ajena, escasa y yo necesitada de tí.  Me pones a prueba, toda mi capacidad se va a pique cuando estas de andariega.

La espera, el tiempo y mi paciencia se ajuntan para desajustarme.  Me crean todo tipo de sentimiento y cambian mi sentir ante todo.  Algo pasajero, algo mio y algo no tan mio; tan unidos para todo lo que ocurre a mi alrededor.  Un trio que tiene el poder de controlarme y descontrolarme, balancearlos es mi misión constante.

La espera pasajera, el tiempo algo mío y la paciencia que es mía...