La espera de que algo ocurra, no tiene tiempo definido y si lo tiene, la agonia o la ansiedad se apoderan de nosotros y no nos ayudan para nada. El tiempo se nos vuelve amigo o enemigo, cuando en realidad es el peor traidor de todos. Si tengo que esperar, lo haré pero sabras que quiero conocer el tiempo que le dedicaré a ello.
El tiempo: amigo, enemigo, refugio, aliado, traidor, quién siempre es lo mismo y en realidad no lo es. Haces lo que quieres, con quien quieres y cuando quieres. Eres lo más preciado y perderte es algo imposible de reemplazar.
Mi paciencia, todo depende de lo que esté ocurriendo conmigo. Muchas veces estás abundante y calmada mientras que ocasiones estas ajena, escasa y yo necesitada de tí. Me pones a prueba, toda mi capacidad se va a pique cuando estas de andariega.
La espera, el tiempo y mi paciencia se ajuntan para desajustarme. Me crean todo tipo de sentimiento y cambian mi sentir ante todo. Algo pasajero, algo mio y algo no tan mio; tan unidos para todo lo que ocurre a mi alrededor. Un trio que tiene el poder de controlarme y descontrolarme, balancearlos es mi misión constante.
La espera pasajera, el tiempo algo mío y la paciencia que es mía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario