Las cronologías de un corazón destruido

Hola amor, ¿cómo estas?, veo que no estás bien, yo estoy igual, que te sucede, ¿qué nos pasó?, ¿dónde quedó nuestro amor? ¿porqué cambiaste?, ¿porqué te olvidaste de mí y de nosotros?, sabes que...

Aún no entiendo lo que ha sucedido, te fuiste y me abandonas, esto no debió ser.  ¿Dónde ha quedado el tiempo, las palabras y los momentos?.  No me dejes llorando tu partida, no quiero que te vayas, no te quiero extrañar.  ¿Cuándo dejé de ser importante?, si siempre fuiste mi prioridad aunque yo no lo fui para ti.  No terminemos algo que nos costó tanto construir.

Se que por falta de amor no es, eso había y aún abunda entre nosotros.  En tus ojos veo la verdad, aunque cuando me hablas mientas bien.  Ahora que te vas me dejas un frío vacio, el dolor es inevitable y es peor que romperme mis 206 huesos del cuerpo.

Ay amor, no entiendo nada, ni entenderé pero lo más probable no quiera entender.  No quiero verte partir, no te vayas por favor, pero no te obligaré a que te quedes.  Haz tu vida con los demás, sin mi, pero no olvides que fui yo quien te aceptó mejor, con tus virtudes y defectos; aún así te amé más que nada en esta vida.

La vida no será igual sin ti, ¿cómo verla así?.  Ahora mi tiempo se ocupará en extrañarte demasiado y lo peor es que sin saber si me extrañarás de igual manera.  No me puedo fingir la fuerte cuando mi vida, mis sueños, mi corazón están completamente destruidos.

Antes que te vayas recuerda que abandonarás a alguien que te amó sin medidas, que te aceptó tal y como eres, que se convirtió en parte de tu vida, como el amor debe ser.  Nunca tendré otro tú en mi vida, que ni se si sea para bien o para mal.

Sólo quedarán los recuerdos de momentos aunque me duela sentir tu presencia, verte, escucharte, saber que me perteneciste, que te pertenecí, nos pertenecimos y ahora, no es así.  Cómo duele pensar que no tendré tus abrazos, tus besos, tus caricias, tus hermosas palabras que no serán para mi.  Cómo me destruye el saber que ese lugar tan hermoso, tan mio, no sea de mi propiedad y no lo será nunca más.

Ahora mientras tu te vas, me quedo con todos los momentos, destruida; mientras te alejas, me quedo llorando, narrando y escribiendo las cronologías de un corazón destruido, con la esperanza que esto sea una pesadilla o te arrepientas del todo y vuelvas conmigo.