¿Qué difícil es dejar de hacerlo, porque siento placer cuando no debo? Agotas mi tiempo y energías en lo innecesario. Me agobias pero al mismo tiempo eres un consuelo.
Llevo tiempo con esto y quitarte cada vez es más difícil. Mi sistema se ha acostumbrado a tí y como toda adicción, sacarte me duele mucho. Y pasa más el tiempo y peor se vuelve.
Llegas al punto donde dices ¡basta ya! pero la pregunta es ¿cuándo llegará el momento de detenerme? ¿cuándo estas perdiendo o lo haz perdido todo?
¿Lo más difícil de todo el proceso? Admitirse a uno mismo que tienes un problema y estas en el punto donde no sabes como solucionar ese problema.
Buscas alternativas y comienzas a aplicarlas en tu vida, pero es ahí donde la tentación se vuelve extremadamente fuerte, se te aparece hasta en la sopa y por más estrategias que tengas a la mano, el problema te ataca a golpes ofreciéndote momentos de placer. Es como una persona sedienta recibiendo agua. Esta en uno mismo si caes en ella o no; y si caes la sensación de culpabilidad te domina.
Pasa el tiempo y si logras pasar la situación verás todo como una larga pesadilla o una gran experiencia que traerá consigo historias para contar y puedes llegar al punto donde seas una ayuda para otros.
Muchos superan sus adicciones mientras muchos otros no. Está en uno mismo si queremos estar estancados en lo mismo o darnos la oportunidad de un cambio para mejorar.
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