Muchas veces la distancia nos aleja de nuestros seres queridos pero no necesariamente es una distancia física. La distancia usualmente se mide en millas y en kilómetros pero ¿que sucede cuando la distancia está justamente al frente de nosotros?
La distancia se ve cuando nos ocupamos tanto de nuestras cosas que olvidamos a las personas a nuestro alrededor, la falta de atención que le damos, ya que nuestro tiempo está consumiéndose de otras maneras. Inclusive la peor de las distancias puede estar en las personas que viven junto a nosotros.
Una vez nos distanciamos de quienes queremos de momento no nos damos cuenta el gran vacio que creamos hacia ellos y hacia nosotros; pero una vez nos damos cuenta que nos alejamos, muchas veces intentamos de recuperar el tiempo perdido haciendo hasta lo imposible por recuperarlo pero simple y sencillamente el tiempo nunca se logra recuperar, pero los hechos tal vez ayuden a mejorar la relación.
Claro está, la distancia física no necesariamente nos aleja de nuestros seres queridos, muchas veces estar alejados nos une más porque nos enseña a apreciar a esas personas y así la situación nos motiva a seguir la comunicación constante.
Un problema que nos sucede a muchos es que no sabemos trabajar con la distancia misma, por situaciones de la vida, nuestros seres queridos viven lejos de nosotros y muchas veces no sabemos manejar el hecho de mantener comunicación constante con ellos. Eso sí no es excusa pero siempre es bueno buscar diferentes alternativas para mantener la comunicación activa y sin dañar la relación con esa persona.
La distancia tal vez no es tan distante como parece, muchas veces nos dejamos llevar por la cantidad de millas y de kilómetros. No hay distancia que aleje el cariño y el amor hacia alguien más. Tal vez no seamos iguales manejando este asunto pero hay posibilidades de romper la barrera de la distancia, sólo es cuestión de buscar cómo mantener la comunicación.
La distancia se ve cuando nos ocupamos tanto de nuestras cosas que olvidamos a las personas a nuestro alrededor, la falta de atención que le damos, ya que nuestro tiempo está consumiéndose de otras maneras. Inclusive la peor de las distancias puede estar en las personas que viven junto a nosotros.
Claro está, la distancia física no necesariamente nos aleja de nuestros seres queridos, muchas veces estar alejados nos une más porque nos enseña a apreciar a esas personas y así la situación nos motiva a seguir la comunicación constante.
Un problema que nos sucede a muchos es que no sabemos trabajar con la distancia misma, por situaciones de la vida, nuestros seres queridos viven lejos de nosotros y muchas veces no sabemos manejar el hecho de mantener comunicación constante con ellos. Eso sí no es excusa pero siempre es bueno buscar diferentes alternativas para mantener la comunicación activa y sin dañar la relación con esa persona.
La distancia tal vez no es tan distante como parece, muchas veces nos dejamos llevar por la cantidad de millas y de kilómetros. No hay distancia que aleje el cariño y el amor hacia alguien más. Tal vez no seamos iguales manejando este asunto pero hay posibilidades de romper la barrera de la distancia, sólo es cuestión de buscar cómo mantener la comunicación.
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