Aquellos días

Me acuerdo como ayer de aquellos días, ya que me marcaron grandemente.  Aprendí las mejores lecciones pero con el peor sufrimiento.  Días arduos, noches eternas, minutos permanentes, horas interminables y mucha incertidumbre a mi alrededor.

La amargura y la tristeza reinaban mientras que la soledad hacía de mí lo que le plazcaba.  Mientras que todo seguía su relativo orden.  No hay porque hablar, nada hizo con hacerlo, las paredes no escuchan.  Tampoco puedes hablarle a quien no desea escuchar.

Algo en mí se quedó atrás mientras que el otro lado se fue para siempre.  Mientras tanto, lo que se quedó comenzaba a moldearse de la peor manera; dejándose llevar por la amargura, tristeza y el sufrimiento.

Aquellos días esos, en donde no veía un futuro, en donde podia caminar sin rumbo.  Pero nadie entiende el porque de las cosas, al igual que los sentimientos que sentimos.