Mi alma vuela hacia algún lugar sin rumbo. Sólo sigue un mapa llamado vida. Hay días soleados, otros nublados y tiempos cambian como es de costumbre. Soy como un ave que vuela hacia sus sueños y metas, mientras vuelo veo y gozo de un maravilloso paisaje.
Pues si, mi alma es así, en donde vivo mis sueños que mi cuerpo todavía no vive. Mi alma vuela para descubrir otra parte de mí, una que aún no descubro pero que quiere salir hacia la luz. Mientras vuelo, la descubro en el andar.
Quizás nosotros somos aves en nuestro interior o quizas cada uno se vea diferente pero claro está en nuestros momentos dejamos dejamos que nuestra alma vuele para conocer, ver, descubrir y aprender.
Siempre queremos descubrir nuevos mundos y nos permitimos de vez en cuando alejarnos de la rutina diaria. Al emprender viaje hacia nuevos horizontes una apertura trasciende en nuestras almas con el fin de reencontrarnos y recomenzar lo que hemos dejado atrás en el tiempo y en el espacio. Recordamos épocas pasadas. Buscamos alinear nuestra presencia actual dentro del vasto mundo etéreo para afincar nuestra posición espiritual.
ResponderEliminarCada nuevo día es una mezcla infinita de nuevas oportunidades, de mundos que se presentan para ser explorados, de experiencias que nos permiten trascender... Emprendemos vuelo para continuar el viaje iniciado hace tiempo y dejar que "nuestra alma vuele para conocer, ver, descubrir y aprender".
Es cierto doctor, debemos escoger un tiempo para alejarnos de la rutina y meditar o aprovechar para conocernos más a fondo o relajarnos un poco.
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