En el hecho de mi muerte quiero dejar una huella, ser inolvidable, dejar lindos recuerdos y cuando me vaya que me despidan con mucho amor. No somos eternos y cada momento que vivimos cuenta, hasta los momentos de mayor dolor y miseria. Desde el mismo momento de nuestra existencia comenzamos a trazar nuestro camino y por ende nuestras huellas.
Toda acción buena o mala tiene su efecto, todo se ve y nada es oculto bajo el cielo. Muchos nos dedicamos a sobrevivir y no vivir, algo que muchas veces es triste ver pero cada uno de nosotros es un mundo aparte y sabe lo que tiene que hacer.
Muchos viven con "el que dirán" y otros dicen "no me importa lo que diga la gente" claro que hay que recordar que la vida es una y nuestra vida es nuestra. Sólo uno conoce su mundo. Se debe vivir la vida y nada más.
En esta vida debemos tener como misión dejar cosas buenas y motivar a otros a que hagan lo mismo. Hay que recordar que lo que dejemos lo recibiran nuestros hijos, sobrinos, nietos, etc; y debe ser uno de nuestros mayores enfoques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario