El ser mujer

Creadas a las costillas del hombre, no para ser menos, si no para ser iguales.  Tenemos la fortuna de tener diferencias pero podemos hacer lo mismo y mucho más. El ser mujer nos brinda tantas cosas, de por sí traemos el estilo único que nos distingue, por más que nos parezcamos, somos muy distintas de una a las otras.

Tenemos la capacidad para hacer 20 mil cosas y varias cosas a la vez, sin descuidar nada y sin descuidarnos a nosotras mismas.  Somos las rocas de las familias sin ser necesariamente martriacas (jefas) pero somos las que tomamos la batuta. Tomamos el liderazgo con suma seriedad y sobresalimos en los trabajos que realizamos.

El ser mujer nos permite ser madres, cargar con un ser durante nueve meses, darle vida, alimentarlo, cuidarlo, amarlo sin conocerlo.  Sabemos como expresar cariño, regalar palabras sabias, disfrutar de los momentos.  Nuestra naturaleza nos permite ser así. La belleza de cada una se demuestra claramente.

Ejercemos cada rol y lo vivimos con plenitude, son muchos los sombreros que nos ponemos en esta vida. Somos mujeres, hijas, niñas, madres, esposas, novias, abuelas, tías, amigas, primas, vecinas, entre otros tantos títulos que se nos conceden. Podemos estudiar cualquier profesión que queramos porque nuestro único límite es nuestro propio pensar.

Nos maquillamos para complementar nuestra belleza, nos arreglamos mucho para sentirnos mejor sobre nosotras mismas, trabajamos para dar un sustento, creamos que un lugar sea nuestro hogar; ¿hay algo mejor que eso? Hacemos historia con grandes hazañas y aprovechamos lo que aprendemos para mejorar lo que han hecho los hombres. Nos transformamos cuando queremos.

Tenemos unos cuerpos artísticos, somos de diferentes formas, tamaños y colores; además que complementamos a cualquier raza.  Nos podemos transformar en la inspiración más hermosa o una gran tragedia. Hay libros, poemas, canciones, pinturas que tratan sobre nosotras.

Expresamos nuestros sentimientos a flor de piel, sin importarnos las críticas.  Sabemos disimular el sufrimiento, nos aguantamos muchos dolores, vivimos momentos uertes pero sabemos que al final nos llevarán a la felicidad. Y si estamos contentas se nos nota rapidamente.

Los hombres tienen sus propósitos en esta vida, pero no hay que negar que ser mujer es una bendición. Pues hacemos tanto y somos su admiración. El ser mujer tiene sus desventajas pero del resto es lo mejor que hay.