Los días llenos de trabajo duro, sacrificados, vives de la rutina y muchas veces sin poder cambiarla. Dejamos que el tiempo nos pase por encima mientras hacemos lo imposible para lograr algún objetivo. Todos hablan del comienzo de una nueva aventura o reto y también se habla del final cuando el logro es obtenido, sin embargo no se habla cuando estamos durante ese proceso, ni en el principio ni en el final, en medio de ese camino. En medio del camino en donde estamos llenos de frustraciones e incertidumbres. Esos momentos en donde vemos que si nos desmotivamos perdemos el trayecto, donde muchas veces una cosa negativa nos puede quitarnos las ganas de continuar.
En medio del camino nos preguntamos si vamos bien, cuánto nos falta por llegar y porqué comenzamos en primer lugar. Quizás ni sabemos que pasamos por ese proceso, simplemente llegan las preguntas cuando andamos y no vemos el final. Nos atacan en el momento menos preciso y puede ser algo que nos motive a continuar, a autoanalizarnos, a detenernos o a cambiar el camino o cómo estemos haciendo las cosas para llegar a la meta.
No hay objetivo que se alcanza sin analizar, no hay logros sin sacrificar. Al final vemos los rastros dejados y las experiencias adquiridas. En medio del camino debemos aprender a mantener el enfoque y la disciplina para llegar a esa meta que ahnelamos tanto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario