Muchas veces pensamos que debemos hacer cosas extraordinarias para impresionar a una persona, cuando muchas veces con hacer la sencillez más grande es lo que le da felicidad.
Una palabra de cortesía, una sonrisa, un halago, unas palabras que expresen felicidad o serenidad, un abrazo, en fin son tantas cosas pequeñas que se pueden hacer para hacer feliz a otros y a uno mismo.
Recuerda siempre que la intención cuenta y los pequeños detalles son los que definen nuestros días como buenos o malos (ya que algo que no sale bien daña todo).
La vida nos ofrece cosas tan hermosas que muchas veces debemos aprender a apreciar los pequeños detalles para encontrar la felicidad más grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario